Somewhere only we know ♪

Abrió la puerta con un fuerte chirrido que hizo que una mueca se formara en su rostro. La escasa luz que se colaba por el polvoriento y oscuro lugar fue suficiente como para que pudiera visualizar las destartaladas escaleras. Camino hasta ellas, lento, teniendo cuidado de no chocar con nada en el camino. Una vez se encontró en el segundo piso, comenzó a explorar un poco, en busca de una habitación en la que hubiera suficiente luz.
La verdad es que no sabia por que había ido allí, solo necesitaba desconectarse un poco de su vida, y sus pies simplemente la llevaron hacia allí.

{Se puede?}

{Sip xD}

Había decidio reunirse con sus seguidores en la casa de los gritos, fue el primer lúgubre lugar en el que pensó. Estaba sentado en un gran sillón del segundo piso, con esa sonrisa maligna y casi sádica, cuando escucho un ruido y su sorpresa fue apenas notable. Él aún no había llamado a sus mortifagos, y sabría que cualquiera que se interpondria en su camino, terminaria muerto así que opta por esperar que el intruso suba.

Seguía revisando, ajena a cualquier otra presencia dentro de la casa, pero no encontraba el lugar que ella quería. Soltó un pequeño grito ahogado cuando piso una de las largas tablas de madera del suelo y esta se partió, aunque por suerte, logro correrse a tiempo para no caer. Se recargo en la pared, aún un tanto asustaday su reparación ligeramente agitada, aunque fuera algo tonto ya que nada había pasado.

Se queda mirando un punto que escogio al azar, demasiado importante se creia como para levantarse por lo que podía ser hasta un gato. Cuando escucha el ruido de una madera rota niega para sí, sin borrar esa sonrisa de malicia de su rostro.

Mueve apenas la cabeza para que su mirada quede fija ahora, en la puerta, esperando alerta. Lleva su varita a su antebrazo, buscando el momento adecuado para llamarlos a todos.

Se queda allí unos segundos, observando el hoyo en el suelo. Finalmente se vuelve a incorporar y comienza a caminar hacia el final del pasillo, hacia la ultima habitación, esta vez, con cuidado de ver en donde pisa.

- Nagini- la llama en parcel obviamente, sacando su varita con lentitud, como si allí tuviese todo el tiempo del mundo. La serpiente se desliza de la otra habitación donde estaba, rozando apenas a la intrusa, entrando en la habitación donde él las esperaba a ambas.

Se helo a mitad del camino al sentir algo rozar su pierna. Bajo su vista al suelo, pero solo pudo ver una sombra negra arrastrarse hacia él final del pasillo. Frunció el ceño, ¿qué demonios era eso? Avanzo solo unos pasos, ahora un tanto indecisa. ¿Qué podría haber dentro de la habitación? Sentía tanta curiosidad de entrar para ver, como ganas de irse de allí.

Sonrie cuando ve entrar a la serpiente allí, al borde de soltar una risa amarga y cruel - Pasa, Alice - la llama, con ese tono frío que él usaba mas aún cuando de victimas se trataba. Deja que la serpiente se deslize por la butaca donde estaba, hasta rodear su cuello y torso como siempre solia hacer.

Sí, conocia a Brandon y sabría perfectamente con que herirla y con que no. Él tenia sus contactos en Hogwarts, hasta algunos que no llevaban la marca.

Trago saliva y rápidamente empuño su varita. Esa voz…. Aunque el pulso le temblaba ligeramente avanzo unos pasos más, acercándose a la habitación por el oscuro y polvoriento pasillo. ¿Quién era él? ¿Cómo sabia su nombre? Millones de preguntas se instalaron en su mente.

Mantiene su varita en su mano derecha, la misma en la cual tenia su anillo de oro. Sabría que ella se estaria preguntando tantas cosas a la vez, y todas no llevaban a ninguna parte. Solamente por sentido común. Mueve la varita para correr un par de objetos a su lado, dejando otra butaca libre. Buscando darle una bienvenida decente a su invitada.

Su respiración se volvió algo irregular cuando llego a la puerta y lo vio allí, sentado en un sillón, de espaldas a ella y con esa gran serpiente - ¿Quién eres? – Se sorprendió de la claridad con la que salieron sus propias palabras, pero aún así permaneció atenta y alerta a lo que aquel extraño hiciera.

Se voltea mirandola ahora, y por un momento señala con sus largos dedos la butaca a su lado - Te gustaria sentarte? - pregunta haciendo caso omiso a lo que ella dice e incluso a sus gestos. Acaricia despacio la cabeza de Nagini, habito suyo y una pequeña forma también, de mimarla. Espera a Brandon, mirandola en el umbral de la puerta.

No responde. Ni siquiera sabe porqué de sus acciones, pero se sienta en la butaca, sin despegar su vista de él y la serpiente, algo anonada y demasiado curiosa como para su propio bien. Su varita la sostiene firmemente en su mano derecha en todo momento.

- Buena chica - sisea, jugando casi con ella como lo hacía con todos, manipulador hasta el extremo. - Y qué haces por aqui? - pregunta mirandola fijo, sin dejar de acariciar a Nagini, quien parecia esperar que él de señales de que ya era hora de comer.

-Yo... solo… – Comenzó, casi de forma atropellada, pero se detuvo a si misma y frunció levemente el ceño – No respondió a mi pregunta, ¿por qué yo si respondería a la suya? – Masita, desconfiada. Y no era para menos, ese hombre le resultaba demasiado extraño y un tanto aterrador.

- No creo que desees saber realmente la respuesta - le advierte, frío - Pero de todas formas, ¿Por qué deberia ser maleducado? - sonrie de medio lado, levantandose de su asiento con Nagini aún rodeandolo - soy Lord Voldemort - se presenta completamente orgulloso de si mismo, con la malicia en sus ojos.