Cuando La Lujuria Manda

Extendí una risa macabra.
-Siendo mi presa, serías mía y te llenarías de placer, siendo mi alimento, morirías después de la lujuria-

- Prefiero la dulzura y la ternura - bromea ella - Y no tengo ganas de ser tu alimento - dice mientras saca su varita y le apunta desconfiada

Mordí suavemente su varita y susurré.
-¿Quién dijo que serías alimento?- Bajé mas mi boca y comenzé a explorar su hombro izquierdo con mis labios.

- Y.. me acabas de conocer esta mañana - le dije- tenés razones como para comerme, si apenas me conoces.

Comenzé a reír. -no es lo mismo una persepción de un vampiro a una humana, podemos saber que eres la indicada a kilometros de distancia...- Continué quitandole la tunica de su hombro.

- Cuántos años tienes? - le pregunte inocente, mientras pasaba mi lengua por su helado cuello

Arquee una ceja y pregunté -Es relevante? 1503 años, y aún me mantengo de 17...conozco todo lo que puedas llegar a desear...-

- Woow,penseque lo q te mantenía era la dieta y el ejercicio - bromee. Se levanta y se sacude el pasto de su túnica. Se suelta el cabello y lo mira - Conoces.. todo?

Me levanté y comenzé a masajear su cabeza haciéndola gemir un poco. -No tienes idea de cuanto...- Sonreí malisiosamente.

- Eres un vampiro seductor - dice después de pasar un raato disfrutando eso - a cuantas les habrás echo esto. No?

Comenzé a dejarle la túnica a la altura de los hombros y a masajearselos. -No tantas como crees, por mi parte soy demasiado exquisito cuando quiero consentir a una dema, es ella o nadie-

- Me tendría que sentir halagada por eso? - le pregunta con los ojos cerrados, disfrutando del masaje

Comenzé a pasar mis labios por su espalda y a masajear su vientre subiendo cada vez un poco mas. -No...deberías sentirte única-

Sintió un montón de sensaaciones inexplicables en su cuerpo. De a poco la lujuria se volvia un loco deseo de.. amor?.
Puso sus manos sobre las de él, y a regañadientes se als separo de su cuerpo. Dio la vuelta y se puso frente a frente con él.
Se dio cuenta q le llevaba una cabeza, y bufo por lo bajo.
- No creo q este sea el momento - dijo por lo bajo. Él sabría a q se refería

Comenzé a reir y tome su mejilla con mi mano.
-Tal vez no, pero no significa que esto deba terminar ahora- Acerqué mis labios y los fundí con los suyos, mientras la rodeaba con mis brazos y la inclinava levemente.

Sentí como sus labios se posaban en los mios, y me deje de llevar por todas las sensaciones q emanaba mi vampiro

La abrazé y la aferré, sin querer dejarla ir en ningún momento; mientras continuaba besandola, necesitandola, como si mi vida ahora solo fuera ella. -Efectivamente, esto solo es el comienzo-

- El comienzo de nuestra perdición ? - dijo ella macabramente

Sonreí levemente -Yo ya estoy perdido, eres tu quién comienza, pero no te preocupes, no estarás sola- Volví a juntar nuestros labios en un beso que sellaba nuestro pacto.

Mire hacía el cielo.
- Permitenos hacer algo imperdonable - dijo a la nada

Besé su mejilla mientras la volvía a apretar entre mis brazos y la recostaba sobre mi, mientras la besaba apasionadamente y mis dedos se entrelazaban en sus cabellos, haciendo florecer un sentimiento que no había experimentado en siglos.

Lo besaba con ell mismo ardor con q el me besaba a mi. Luego me separe de su boca y pase la punta de mi lengua por todo su cuello hasta llegar a la mandibula, y de nuevo a sus labios. Mis manos acariciaban su rostro, tratando facilmente de memorizarlo

Sentía como se entregaba a la pasión y decidí no ponerla en contra. Comenzé a pasar mis manos por debajo de su túnica; mientras hacía pequeños círculos en su espalda, logrando unos débiles gemidos. Comenzé a besar su cuello y sus hombros mientras continuaba explorando su espalda.

Morsdiquee suavemente su lobulo, sacando suaves jadeos por parte de él. Delicadamente, pase mis manos por debajo de su túnica y las puse en su pecho frío como un tempano, lo abracé suavemente sin dejar de besarlo

Comenzé a adentrar mis manos hasta sus caderas y comenzé a levantar suavemente su ropa mientras besaba su cuello, la recosté y comenzé a besar su vientre mientras de a poco llebava su túnica mas cerca de su pecho.