1° Clase de Transformaciones.

Entra al aula de Transformaciones, despreocupado. Mira el lugar como si fuera totalmente desconocido, y aunque hubiera tenido clases allí durante 7 años, no era el mismo punto de vista ahora. Se recarga en el escritorio, intentando que el nudo de su corbata supuestamente arreglada, no lo ahorcará. La deja caer sobre su pecho, serpentina. Mientras espera a los alumnos de brazos cruzados.

Danielle entró al aula sin intencion de llamar la atencion, miró de reojo a su primo, al que ahora estaba obligada a llamar "Profesor", no había hablado con el o con nadie desde el funeral de sus padres, hace algunas semanas, la muerte de sus padres le había afetado bastante, y se notaba incluso en su mirada, que no era de ese tipico tono violacio que ella solía mantener, sino de un gris impactantemente claro.

Ve entrar a su primer alumna, Dann. No sabía nada de ella en su ultimo tiempo. Le sonrie de lado, cariñoso, antes de acercarse a ella y abrazarla.
La había extrañado tanto como a todos, y estaba feliz de volver a verla. La deja en sus brazos un momento más, sin dejar la sonrisa.

Le correspondió el abrazo, sonriendo por primera vez en semanas.

Se separó de el por un momento y le dijo rapidamente:
-Asi que profesor, tendre que decirte profesor Potter, o puedo quedarme con el Porfe Jimmy?- dijo en tono de broma.

-Amm.. - Parece pensarlo unos minutos, pero en realidad no lo hace, el no piensa casi nunca. - Creo que me gusta más Profe Jimmy, pero que no te oigan los demás o todos empezaran a decirme así, eso le quitaría originalidad a tu invento - Se separa apenas de ella para sacarle la lengua de una manera muy cría.

-Me agrada, soy la unica con derecho de decirte asi- sonrió.
A pesar de todo a la chica se le hacía algo incomodo, o mejor dicho, raro estar con James, a finales del año pasado había averiguado su secreto, pero no le había comentado nada.

FLASHBACK

Danielle y Carlise estaban en la casa de los gritos ella tenía un Jersey rojo en la mano, identifico el aroma de su primo al instante.

END FLASHBACK

La chica salió de su "trance", le respondió el gesto a su primo de la misma manera, sacandole la lengua.

No le dirige la mirada a nadie en especial en su camino hasta el aula de transformaciones. Caminando demandante por los pasillos, casi adueñandose de ellos. Ahora que Potter, Black y Brandon no estaban allí, se aburriría un poco pero lo compensaría haciendo de ese año, SU año, ya sin nadie que la moleste.

Es fuertemente observada por algunos alumnos o compañeros de casa, a los cuales le resta importancia, siempre con esa sonrisa arrogante y superior que se había notado más en estos días. Su sonrisa no se borra pero si disminuye al observar quien impartirá clases ese año. Con solo poner un pié en el lugar puede darse cuenta de su insufrible presencia. Silenciosa y arrogante, se dirige al ante último banco, sutil.

Claro que tienes derecho- Le sonrio, antes de pedirle que se sentará, para poder recibir a otros alumnos. Luego de la clase hablaría más con ella, de todo lo que había pasado y otras cosas. Lamentaba no haber tenido noticias de ella, ni de nadie ese verano.

Sonrie de lado al ver entrar a Cissa Black, tranquilo - Buenos días. - La saluda, desde el otro lado de la habitación.

Tomó asiento en la parte media del aula, cruzó miradas con Cissy, siempre le habia molestado esa arrogancia de ella, se limito a rodar los ojos e ingnorarla, estaba más interesada en planear que iba a hacer para evitar que James se enterará que ella ya sabía.

- Buenos días - Devuelve sintiendose morir al tener que responderle sin poder insultarlo. Parecerá tonto, si, pero su orgullo y sus costumbres siempre estaban primero, cosa que ahora tendría que cambiar si es que no quería perder puntos para su casa.

Asiente en gesto de saluda, mientras se separa del escritorio y rodea el escritorio mismo para ir a sentarse en él. Mira el reloj de su muñeca, y se pregunta porque los alumnos estaban tardando tanto en llegar.

Que cuestión tan estupida, si el siempre llegaba tarde a todo.

Detestaba cuando eso le pasaba,bufó notablemente mientras entraba a su clase,sin saludar ni mirar a nadie,solo sentandose, aun manteniendo su mano en su cabello, otra vez habia perdido el hilo.Solo un mechon fucsia en su perfecta melena negra.

Una clase mas, la que menos le agradaba pero aun asi concurria. Al entrar al salon analize con la mirada a todos los que estaban presentes. Y alli estaban tres chicas y el profesor, o eso suponia. Reconoci a Narcissa al verla, siempre recordaba a todos sus familiares aunque hacia bastante, demasiado tiempo, que no la veia. Camine hasta una mesa y me sente apoyando los libros ensima de la propia.

Debia admitir que le molestaba un poco llegar al aula de Transformaciones y verse rodeado de mujeres, incluyendo a Potter, obviamente. Sabía que luego de lo de Cissa, preferia dejarla a ella simplemente estar. Así que opta por entrar sin saludar a nadie y sentarse en uno de los ultimos bancos al final del aula.

Miró a todos los que iban entrando, no sonreia ni mostraba gesto alguno, se dedicó a jugar con la tonalidad de su cabello distraidamente, pasando desde los tonos más exoticos y raros, como azules y verdes, hasta los más comunes, jugó con practicamente todos los colores y dejo su cabello en un negro tirando a violeta, que hacía un bonito pero fuerte contraste con el gris excesivamente claro que sus ojos tenían en este momento.
Sacó su grueso cuaderno negro y comenzó a dibujar en el distraidamente lo que se veía a travez de la ventana.

Miró al chico un banco más allá de ella-hey, me alcanzas el lapiz?-señala el pequeño objeto bajo el,tranquila.

- Esperaremos que lleguen pocos alumnos más y comenzaremos chicos.. - Avisa, sin borrar esa sonrisa alegre y paseandera que siempre tiene.

Se sienta sobre su escritorio, cómodo. Toma su varita y prepara a medias el lugar. Le sorprende las actitudes de Dann, y no entiende por qué y le preocupa.

Siguió dibujando y evitando la mirada de James a toda costa, sin darse cuenta comenzó a taradear distraidamente, ya casi tenía listo su dibujo, era una vista al lago, y el bosque prohibido, las hojas caidas, se veía algo lugubre pero bien.