Con Sirius (LL

Llegamos al patio, después de estar en el campo de Quidditch. - ¿Nos sentamos ahí? – Le pregunte señalando un banco de piedra.

- Por supuesto - les guiña a unas chicas de Ravenclaw al pasar por su lado, quienes chillan. Sonrie de lado, caminando con Alice.

Rei al ver el comportamiento de las chicas - Que poder - comente mientras me sentaba.

- Años de practica - bromea - Y hay más - pasa un brazo por sus hombros, espera la reacción.

-No me voy a desmayar si es lo que esperas – Le advertí, divertida.

- Tú no - la acerca más a él, mira a las Ravenclaws que antes chillaban ahora fulminar a Alice.

Arquee una ceja - Genial, ahora me van a odiar. - Sonrei.

- Bueno, pero a mi me siguen adorando - bromea, pasando su vista ahora al lugar.

No quedaban mucho, solo una pareja de Hufflepuff que andaban a los besos, las Ravenclaws celosas y unos Gryffindors que se paseaban por el lugar.

-Parece que los Slytherin se escondieron en su cueva - Comente, arrugando la nariz de forma chistosa.

Rie estridente como siempre, divertido - Parece que si - ve a las personas de allí, y ella tenia razón, no reconoce a nadie con algo verde o cara de asco.

-Saben que nosotros somos mejores, por eso no aparecen. – Bromeé.

- No lo dudes! - le guiña, mirandola.

Sonrei - Nunca. - Murmure.

- Lastima que no todos piensen así - admite, notando ahora que dos Slytherins llegaban al patio.

Reí – No les hagas caso – dije mirando los Slytherins de reojo.

- No pienso - recuerda a su familia.

Puse una mano en su hombro - ¿Estas bien, Sirius?

Voltea - Si, perfecto.. solo, recordabba - le comenta, vuelve a su actitud común.

Suspire, dejando nuevamente mis manos en mi regazo.

- Y cuentame sobre tu verano - pide, con la mirada fija en ella.

Me encogí de hombros - La misma cosa aburrida de siempre. Estuve en casa la mayor parte del tiempo, solamente salí un par de semanas a visitar unos parientes en Italia.

- Parientes? - pregunta, con interés.

Asentí – Un primo de mi mamá vive allí y de vez en cuando lo vamos a visitar.

- Primo? - le guiña, bromista - Nunca fui allí, como es? - pregunta.

-Si, generalmente solo voy a babear por el – respondí sarcásticas – Es un lugar… maravilloso.- Sonreí – Jamás termina de asombrarte. Tendrías que ir algún día.