Snape ~ Snape

Entró al negocio dónde su hermano trabajaba desde hacía poco. Frunció el ceño, recordando la pequeña discusión que habían tenido, cuando ella se enteró en que parte se encontraba y de q negocio se trataba. Suspiró, y se sentó en uno de los polvorientos sillones que había allí, esperando a que saliera del fondo y mirando todo con renovada curiosidad, pensando para sus adentros los maleficios que podrían tener la mayoría de esas cosas.

*Escuché a alguien dentro de la tienda, sali de inmediato y vi la inconfundible melena de mi hermana. Sonrei de lado y me acerque a ella por la espalda*

-Ahora quieres comprar algo? *dije en su oido*

Estaba en otro mundo, pensando en el maldito auror que la estaba esperando fuera de allí, y no se dio cuenta de una persona que se había acercado por detrás.
Se sobresaltó al sentir la voz de su hermano tan cerca, y se levantó de un salto. Luego se dio vuelta y le sonrió de lado, mientras se acercaba y pellizcaba una de sus mejilla, algo que ella sabía que él odiaba, y que lo hacía en modo de venganza.
- Cuántas veces te tengo q decir, q no me gusta que me asustes de esa forma? - pregunta fingiendo estar ofendida - y no no quiero comprar nada

*Gruñi y quite su mano de la mejilla*

-Odio que me hagas eso *mire a mi alrededor a todos los articulos de mi tienda* Acaso no te gusta ninguno?

- Pues entonces no me asustes más - responde suave, imposible de enojarse con su hermano mayor. Aqueella persona que la cuidó tanto a lo largo de muchos años.
Niega con la cabeza, niña, mientras ve todos aquellos articulos raros, y frunce el ceño mirandolo
- Noo, no quiero comprar nada, no me gustan - dice sonriente-
Su atención va hacía un collar blanco puesto en una vitrina, y va hacía el preguntandose que demonios era

*Sonrei de lado al ver hacia donde se acercaba, mi mirada se desvio hacia afuera donde vi a un Auror esperando. Frunci ligeramente el ceño*

-A tu auror no le gustara que vayas hacia ese collar *dije con cierta molestia*

Suspiró molesta, y miro hacía donde estaba el auror
- Lo odio - dijo con su mejor tono de desprecio nata de ella. - odio que me sigan me se cuidar sola.
Con un movimiento de la cabeza que hace, el auror la saluda cortesmente y se va, seguramnte a esconderse a otra parte.
- Qué es eso ? - pregunta de nuevo con renovada curiosidad mirando el collar con intriga

-Es normal que te sigan eres la ministra y yo su hermano peligroso *dije con cierto fastidio, me puse a su lado mirando el collar de nuevo* Te incita a comprarlo verdad?


FDR: hermanito lindo, lindo tiene q ser 3 líneas

Lo mira seria. No era la primera vez q discutían por eso, ni tampoco iba a ser la última. La verdad q odiaba pelear con él, pero eran tan.. tercos y testarudos los dos que había veces que vivían chocando constantemente
- No es así Severus y lo sabes - dice enojada - sabes que esos malditos idiotas me siguen a todas partes - le respondé friamente sacando a relucir el caracter de los Snape - y que ese bueno para nada de Loromith me siga una vez más, le echo un maleficio, no me importa si me sacan de mi cargo, juro q lo hare.

Suspira tratando de sacarse toda la tensión q tiene en su cabeza y mira de nuevo el collar, notando como el color negro brillaba de una manera especial
- Es bellisimo Severus - dice olvidandose de su enojo anterior - donde lo conseguiste?

*Que me defendiera me sacabade quicio, siempre habia odiado su puesto, que como siempre decia era demasiado publico para él. Resoplé y me aleje de ella acercandome al mostrador*

-Me lo trajo Lucius como bienvenida al callejon *dije con cierto fastidio, recordar la conversacion que tuve con él solo empeoraba mi mal humor*

Frunció el ceño. Ese Malfoy nunca le agradó, todo el día pensando en la sangre limpia y odiando a todo aquel que tuviera algo q ver con los muggles.
Vio como Severus se alejaba de ella, y sin ganas de separarse de su hermanito mayor, se acercó a él, apoyandose en el mostrador.
- Todo el día con Lucius Sev.. - inquirí preocupada tomando su mano - no me gusta..

*Bufe y mire nuestras manos unidas*

-Se cuidarme solo hermanita *dije molesto* Lo sabes perfectamente *dije haciendola recordar quien habia tenido cuidado de ella desde que habia sido pequeña pese a que ahora parecian haberse dado la vuelta nuestros puestos, algo que me irritaba demasiado. Lucius era otro tema que odiaba tratar*

Suspiró, pensando que ese no era unos de sus mejores días.
Lo había extrañado demasiado, y no tenía intención de pelear ese día.
Se paró en puntas de pie, dado que era más alto que ella y le plantó un sonoro beso en la mejilla
- Vamos hermanito lindo, lindo - dije sonriendo tiernamente - sabes que te quiero y q por eso me preocupo tanto por vos.

*Me sonroje como siempre que hacia eso, avergonzado de su actitud cariñosa*

-Bah deja de hacer eso *dije quitando el tono de molestia* Y ya se que te preocupas pero Lucius...ya sabes como es *gruñi, realmente fastidiado, Lucius era mi amigo o algo asi, le debia demasiado y ambos sabiamos que acabaria por cobrarselo*

Se encogió de hombros. Él ya sabía lo que ella pensaba de Lucius, por lo que no iba a decirle nada.
Dio vuelta al mostrador, quedando del lado, dónde tendría que estar el vendedor, y se quedo mirando el lugar desde allí.
- Mucha gente hoy?

-Esto es el callejon Knocturn, hermanita *dije girandome para mirarla* No se le puede llamar gente a quien entra aqui *dije bromeando, la verdad era que desde que habia abierto muchas mas personas de las que yo pensaba habian entrado muchos para mirar no demasiados para comprar lo que mas me llamaba la antencion era que a la mayoria los conocia, algo que no me agradaba demasiado*

Sonrío de lado al ver como bromeaba su hermano. Ella lo veía como su heroe, la persona que más importaba en su mundo, él único que con solo una mirada comprendía lo que a ella le pasaba.
- Bueno señor en que le puedo ayudar? - pregunta tomando el rol de vendedora, bromenado

*La mire y alce una ceja*

-Bueno vengo buscando un articulo oscuro ¿que me recomienda? *dije incluyendome en el juego, ambos habiamos crecido pero nuestra infancia afloraba de vez en cuando, algo que adoraba debido a lo poco que habiamos podido disfrutar de ella*

- Muy bien - dice sonriendo al estilo de vendedora - Veamos usted tiene ese collar blanco - señala un collar que se encuentra en otra vitrina - que con solo tocarlo hará que la victima quede muerta en el instante le gusta? - sonríe maliciosa al mejor estilo Snape

*La mire pensativo*

-Bueno quiesiera algo mas sutil *dije divertido* Algo que nadie sepa que he sido yo quien lo ha podido usar *me puse a pensar que clase de objeto tenia que encajara en esa descripcion, una pocion quizas pero no caia en ningun objeto*

Mira un instante el lugar, pensando en la nueva misión que me había dado, intentado buscar ese objeto.
Rendida lo mira y pone sus ojos tristes, sabiendo que era un punto debil de Severus verla así.
- Vaaamos Sev, es muy dificil lo que me pusiste - dice caprichosa - me agradaba más cuando eramos chicos y jugabamos a hacer pociones - sonríe recordando los pocos, pero valiosos momentos felices que había tenido con él

-Pero dime tu opinión - exclama tomandolo de las manos - no podría ser una excelente vendedora? - sonrié de lado acariciando la mejilla de su hermano.

*Alce una ceja y rei*

-Tendrias muchos clientes pero no vendrian solo a comprar tus cosas...*dije mirandola de arriba a abajo, era tan parecida a mama que cualquiera diria que eran hermanas* Afortunadamente saliste a mama

Sonrío dulcemente
- Sí, pero acá estaría mi hermanito, protegiendome como siempre - dice con ternura, y mostrando agradecimiento en sus ojos, por todos esos años de su infancia.

- Sí la verdad que fue una suerte salir a mamá - corroborá ella mirando sus manos - pero, tu heredaste algo hermoso que tenía mamá también. - tomó la mano de él - la linda forma de ser q tienes conmigo

*Suspire*

-Supongo *dije encogiendome de hombros, era consciente de mi frialdad al tratar a las personas, del vacio de mis ojos cuando los miraba. Pero con ella era distinto, habiamos pasado tanto junto que me era imposible mirarla como a uno mas...ella no era uno mas, era mi familia*

Estaba por hablar cuando una persona entró al local.
De prontó su cara se tornó serie y fría sin ninguna emoción. Camino elegantemente, con el paso tipico de ella, y fue a sentarse al sillón, esperando que su hermano lo atendiese y se largara de una vez.