Will you say ok?

Caminaba por ahí, con paso taciturno, sin prestar verdadera atención hacia donde me dirigía. Suspire, jugando con la manga de mi túnica.

Hice una mueca al ver por una de las ventanas el cielo completamente nublado. Seguí caminando, un poco aburrida.

-Es cierto? - Pregunta, recargado en una de las paredes, mirando el suelo.

Frunci el ceño - ¿Que cosa? - Pregunte algo sorprendida, no lo habia visto.

-Que te casas... - Susurra, sin levantar su mirada un segundo.

Lo mire atónita por un segundo antes de enterrar mi cara entre mis manos – Narcissa. – Fue lo único que atine a decir.

Levanta su rostro, mirandola. - Solo dime si es cierto o no.. - Pide, echo pedazos por dentro.

-No, espera. – Sentí como si tuviera un gran agujero dentro de mi estomago - ¿Qué… que fue lo que ella te dijo?

-Contestame de una vez! - Ordena, con voz grave.

Baje la mida- Si, pero… tiene una explicación… - Las lagrimas se agolparon en mis ojos.

Lo siento - Murmura, golpeando su frente, idiota. Se acerca, abrazandola.

Mi voz sonó ahogada cuando logre articular las palabras - Yo, te juro que no quiero, pero… - Lo abrace con más fuerza – No puedo, James, no puedo…

La abraza más fuerte, refugiandola. Escondiendo su dolor.

-James – Me separe apenas para poder mirarlo – Cuanto lo siento, tendrías que haberte enterado por mi y no por ella, ni siquiera se porque se lo conté. – Rocé su mejilla con mis dedos, apenas – Ojala tuviera el modo de arreglar todo esto.

Baja su cabeza, sintiendola. - Ven conmigo.. - Susurra, mirandola ahora.

Asentí, mirándolo a los ojos. Alargue mi mano para tomar la suya como siempre lo hacia, aunque esta vez, no con tanta seguridad.

Toma su mano, con fuerza. - Cuándo quieres que nos vallamos? - Pregunta, acariciando su mejilla con ambas manos.

-Pero… ¿a donde? – Pregunte mirándolo fijo, colocando mis manos sobre las suyas.

Corre sus labios, - No lo sé aún, pero ya lo sabré, y.. estaremos bien - Le asegura, mirandola.

Cerré los ojos por un momento – Esta bien, cuando quieras estaré lista.

-Tal vez sea algo muy arriesgado.. - Murmura, con la cabeza gacha.

Me mordí el labio inferior, observándolo – No lo hagas. – Pedí, aunque solo fue un murmullo casi inaudible.