Se sienta con ella en uno de los sillones contiguos a la chimenea. La mira, solo la mira.

- Menos mal que llevamos el apellido Black.. - murmura, antes de abrazarla y rozar sus labios. Besandola.

La atrae más contra sí, intensificando el beso. Acariciando su espalda, por arriba de su camisa.

- Qué pasa? - pregunta atento, en sus labios.

Siguiendo con las caricias, cariñoso.

- Y yo a ti - dice, volviendo a sus labios. Explorando su boca, pasional.

Abraza su cintura, apoyandose con ella sobre el respaldo. Acariciando su espalda ahora por debajo de su camisa.

Sonrie de lado, bajando una de sus manos hasta su cintura, acariciandola. Mientras baja sus labios a su cuello, se entretiene allí.

Deja una pequeña marca sin darse cuenta, busca sus labios.

La besa con pasion, recostandose con ella arriba.

- Tengo muchos, pero no vamos a hablar de ellos ahora - dice, mirandola. Bromeando, divertido.

- Se me ocurren varias cosas - dice, sonriendo picaro de lado. Descarado.

- Si así me lo pides, no quiero desobedeserte - musita, atrapando con rápidez sus labios. Recorriendo su cuerpo con sus manos.

Se detiene en su camisa - Es tu primera vez? - pregunta, mirando la sala luego a ella.

Rueda los ojos, divertido.

- No entiendes palabras? - pregunta, tal vez lo que ella necesitaba era más actos.

Encarna una ceja - Puedo enseñarte muchas cosas - bromea, degenerado y descarado. Eran muchas indirectas.

- Eso y mucho más - dice, acercandola a él. Robandole un beso.

- E tu a me, Atenas - dice, con su perfecto Italiano. Besa la comisura de sus labioss.

Niega para sí - Tal vez así sea, excepto que me demuestres lo contrario - musita - Aunque aún no contestaste mi pregunta - le recuerda, acurrucandola en él.

- Sinceramente? No - dice, amaba joderla. Amaba sus reacciones.

- Solo contesta - pide, acariciando su cabello. Necesitaba respuesta antes de pasar.. a otra cosa.

- Solo hazlo - pide, él habia preguntado primero. Le roba otro beso, acariciando su cintura y su espalda.

Acaricia su nuca, besa su cabello.

- Entonces cuando quieras, eso se puede cambiar.. - dice, sonriendo de lado.

- Y por qué lo dices? - pregunta mirandola, confundido.

La entiende perfectamente - No dije ahora, dije que cuando estés lista, solo digas.. - le aclara, besando su mejilla.

Sonrie gamberro - Eso cambia las cosas, entonces - musita, descarado. Mirandola firme.