Entra al aula, necesidad de paz y soledad. ¿Por qué cada vez que queria eso alguien aparecia?

Ahora era Atenas, bufa.

{Si me puedo ver en tus ojos, en tu miradaa ♫}

Decide quedarse donde está, escuchandola.

Suspira largo, bajo.

Se acerca a ella sigiloso por demás.

- Llorar es humano - dice, abrazandola por detras.

- Si lo es - susurra a su oido, voltendo para que lo mire.

La abraza contra sí, luego de sonreirle. Dejandola en su pecho, cuidandola.

Se queda quieto, solo respirando. Envolviendolos con su aroma, cierra los ojos.

La mira también, confundido y extrañado.

Se da mediavuelta, dispuesto a irse.

- No importa - susurra, casi para sí.

- Olvidalo, enserio - pide, suspira largo y pesado.

- Qué? - repite, bufa.

Niega para sí, ya . Hace un ademán, sale de ahí.