Confesando [Sirius, Ted y James XD]

Entramos con Ted al bar. Luego de una interesante noche en mi casa decidimos que era hora de avisar a Sirius de la nueva noticia. Tenia que saber su reaccion antes de mis padres.
Nos sentamos en una mesa.

{Interesante? ¬¬u}

Ya los esperaba a ambos en las tres escobas, sentado con un trago que vaya uno a saber que era entre sus manos, ladeando la cabeza de a ratos para ver si llegaban. Los ve llegar y le hace una seña a su prima, a la unica de la familia con la que se hablaba ultimamente, debia admitir.

Observe el lugar buscando a Sirius cuando lo encotre haciendome señas en la barra. Rodee los ojos la ver su bebida y le di un pequeño apreton a la mano de Ted y nos acercamos a el.
-Hola Sirius- lo salude sonriendo algo nerviosa.

Sonrei cuando senti el apreton de manos de mi novia - tranquila - le susurre en su oido y sonrei abiertamente a Sirius, mientras nos dirigiamos hacia el, no me di cuenta de que bebia algo, solo estaba atento a mi novia y a lo que le ibamos a decir

Obviamente no podía faltar en nada. Sabía que haría Sirius allí, sabía que irián ellos dos. No podía perder oportunida de molestar a su tan querida Drome.

Los observa desde la barra, mientras se entretiene hablando con el cantinero. Eso de ser sigiloso, le estaba saliento bastante bien, al parecer.

Nunca puedes dejar la bebida cierto Sirius?- le pregunte algo molesta y bromeando.
No me perscate de la prescencia de Potter.
Estaba muy concentrada ordenando ideas.

- Por qué no empezamos con un 'Hola querido primo, que bueno volver a verte y no empezar retandote por tomar un poco de.. - mira el vaso - lo que sea que tenga color azulado en este lugar?' - pregunta bromeando, levantandose para estrechar la mano de Tonks y darle un pequeño abrazo a su prima.

Rodee los ojos peor termino abrazandolo. Lo despeine mientras sonreia.
-Sabes que te quiero primis, pero beber...bebes demasiado. Ademas azulado? y no sabes que es? damelo!- le exigi seria y le quite el vaso.

Me rei al ver lo que hacia Andromeda, tome el vaso que tenia mi novia y lo oli tomando un poco - Sirius.. podrias beber algo mejor - dije dandole otro trago, que para despues dejarlo en la mesa, voltie a ver a Andromeda, ella me devoraba con la mirada - que? - pregunte inocentemente

- Si se lo que es - inventa - Eees, obviamente es, eso que me olvide el nombre - dice, nisiquiera él se entendia. Pero qué más daba? Observa como ella se lo saca de las manos y como Ted toma un sorbo. Se rie ante la reacción de ella - Terminaras siendo un perro faldero si sigues con ella, Ted - bromea a su amigo, adoraba a veces molestar a Meda.

Mire a Ted estruprefacta. Frunci el seño.
-No vuelvas a tomar algo asi Ted, puede estar envenando- dije seria y preocupada. Mire a Sirius y lo señale con el dedo.
-Y tu! no vuelvas a decir eso. Soy la persona mas maravillosa que exite y soy tu prima preferida- dije orgullosa, terca.

- Oh dios Ted, está envenenado, vamos a moooooooooorir - dice dramatico mientras todos voltean y él se hecha a reir divertido por la actitud sobreprotectora de ella.

- Y por qué mentiria pequeña, eres una exagerada a veces - dice rodando los ojos y luego besando su mejilla - Pero eres maravillosa y mi prima favorita de todas formas - reconoce sonriendo de costado, alejando un poco el vaso.

Camina hasta ellos con las manos en los bolsillos, tranquilo demás.
- Querida Meda! - Sonrie con sorna, divertido de verla. Siempre se divertía con su sola presencia. Su vista cambia de ella, a Ted y a ella, a Ted y a ella.
- No me digas que te enseñaron a hacer Imperius en el Ministerio y le ordenaste que este contigo, ¡Rayos no saben que más hacer! - Se queja, negando con la cabeza.

Me rei al comentario de James no pude evitarlo - Para nada Potter.. estoy mas que feliz y completamente seguro de estar a su lado - atraje mas a Andromeda a mi y la bese sin importarme la presencia de Sirius.. y menos de James - por que besa delicioso... y.. es hermosa..

- Y por qué si no tienes cuidado con ella y sobretodo la cuidas terminaras en San Mungo y ni que seas medimago lo impidira - comenta volteando a James y saludandolo con un simple ademán mientras vuelve la vista a Ted.

Correspondi el beso de Ted gustosa y le sonrei.
Me seprare y encare a James y lo fulmine con la mirada.
-Eres un idiota Potter! aqui el unico que tendra un imperio eres tu! no! corrigo, un cruciatus!- dije molesta.
Siempre lograba molestarme ya con su presencia.
Mire a Sirius y le sonrei.
-No amenzases a mi prometido si no quieres cabar tu propia tumba- dije medio amenzandolo yo y medio en broma.

- Claro, y veo que tambien te puso un hechizo para que digas eso.. - Rueda los ojos, riendo.
Hace una mueca de asco ante el beso, parece un niño en un cuerpo de una adolescente, ya casi adulto.
- Vamos, si siguen así, en unos años, veré pequeños y pequeñas Tonks por todos ladoos - Bromea, siempre tan elocuente.

Lo fulmine con la mirada y me lance a el para pegarle.
-Eres hombre muerto Potter- dije enojada.
Me sacaba de quicio sus acidas bromas.

Le sonrie falsamente a Andromeda, reprimiendo la peor de las risas tridentes que podría llegar a hacer. - Yo tambien te quiero - Le saca la lengua, crío.
Se sienta junto a Sirius, harto de estar parado como los demás. Le gustaría ver la escena de otro punto de vista, y disfrutarla desde allí.

Tome a ANdromeda de la cintura y evite que llegara hacia Potter - amor calmate - dije abrazandola y acariciando su cintura para que se relajara un poco

Me calme un poco cuando Ted me sostuvo. Aun asi fulmine con la mirada a James.
-Ten cuidado Potter, tal vez mañana despiertas sin cabello- dije sonriendo maliciosa.
Ja! haria, lo podria hacer.

-Blaaaa blaaaa - Rueda los ojos, riendo a más no poder.
Cuando se daría cuenta que no le daban miedo sus amenazas, y como tanto le gustaba romper el hielo y molestarla, no se quedaría callado.
-No me vendría mal un corte sabes, pero en cambio, a ti.. - Hace una cara de espanto, actuando.

Lo volvi a fulminar con la mirada.
Volvi a saltar sobre el.
-Me la pagaras Potter!- dije enojada.

-Hey hey.. - Sonrie, parandola con sus propias manos. - Sé una muchacha educada una vez en tu vida, Andro.. - Dice, sin más. Tranquilo.

Se acomoda en su lugar, atento para que ella no volviera a pegarle o lanzarse sobre él, pero claro esta que no dejaría las bromad.

Niega con la cabeza - Jaimo, deja a la pareja de tortolos explicarnos porque nos hicieron venir hasta aqui y abandonar nuestros trabajos - inmita un torpe tono de voz de chico responsable, cosa que nunca seria.